jueves, 24 de enero de 2013

Nuestra Desconexión con la Naturaleza (Parte II)

Son muchos los investigadores que nos hablan de las profecías que nos dejaron múltiples culturas, que son denominadas como culturas iniciáticas. Nuestros antepasados que conocían y experimentaron la conexión con la naturaleza y el todo que compone este Universo, también sabían que la humanidad estaba viviendo, experimentando, la era de la oscuridad. Debido a esta desconexión, el ser humano experimentaría un incremento de sus miedos, Estrés, Ego, y su frustración e ira, porque el camino del aprendizaje que escogerían, al sufrir esta desconexión, les llevaría a experimentar estos estados. 

Nuestros antepasados también dejaron escrito que en el tiempo que vivimos actualmente, es cuando se acabaría la era de la oscuridad, o noche galáctica, para dar paso a la luz, al día galáctico. Nos dijeron que empezaríamos a recibir la energía del amor de la que todos nos alimentamos, la que nutre nuestro ser y da vida a las emociones y las conductas que nacen de ésta. Afirmaron que los seres humanos conectaríamos de nuevo y empezaríamos a recordar, que el aprendizaje no es ninguna forma de imposición para cumplir con unos valores que nacen del distanciamiento, sino que es intrínseco al ser y se nutre de unos valores que ya están establecidos por el universo y por la naturaleza de la cual formamos parte. 
Ya estamos empezando a recordar que dicha naturaleza es nuestra madre, la madre tierra, y que es ella la que nos enseña y nos permite experimentar en sus brazos, la que crea los principios con los que seguir el camino de la vida, y que todos los seres somos hijos y debemos cumplir con estos principios, por eso le llamamos aprendizaje natural. 
La era que acabamos de dejar atrás, y la experiencia que nos ha dejado, nos ha llevado a la separación de todo y del todo, por eso el término naturaleza era como ir al campo, al bosque a buscarla. Ahora  empezamos a sentir que la naturaleza somos todos, incluidos nuestros compañeros integrados en el entorno en que vivamos, sin separación, debido al anterior paradigma educativo que contemplaba a nuestros compañeros como seres inferiores, a los que teníamos que educar bajo unas normas sociales basadas en el control. 

Control que nace del miedo permanente que hemos estado experimentado en lo que ya mismo podemos llamar pasado. Dicho control en el fondo, no ha permitido que el aprendizaje se realice de una forma adecuada, solo ha generado miedos, estrés, frustración, ira, ansiedad, angustia e indefensión. 

Esto ha sucedido con todos los seres que mantienen una relación con el humano, porque los alejamos de su esencia y quedan al descubierto sus necesidades básicas. 

La desconexión mencionada, es una desconexión con la fuente de la que todos provenimos, y de la que todos estamos hechos hasta la ultima de nuestras células. La fuente del amor, alimenta nuestro ser, nuestras emociones. Pero como hemos estado padeciendo esta desconexión, la fuente, digamos que ha estado distorsionada, alimentando sobretodo emociones como la frustración y la ira, desequilibrando el aprendizaje. 

Sol

 El miedo como tal, no es negativo. Es parte del mecanismo de supervivencia, es el que nos salvará la vida en situaciones de peligro inminente. Es el interruptor que enciende todo el mecanismo del estrés en la zona amigdalar del cerebro. Lo negativo ocurre cuando la esperanza se debilita demasiadas veces interfiriendo demasiadas veces el miedo. Tanto la esperanza como el miedo son dos tipos de emociones que a su vez son motivación, pero cada una tiene que ir por su camino, cada una en su función de supervivencia. La esperanza para la búsqueda y satisfacción de algunas necesidades, como camino a la abundancia, y el miedo como alerta de un peligro, motivándonos a huir para cubrir nuestra necesidad de seguridad. Pero cuando se mezcla con la esperanza, da frustración e ira, y de ahí nace lo que conocemos como agresividad y ataque.

Solo el uso mantenido del miedo, distorsiona el aprendizaje y todos los pensamientos y creencias que nacen de él. Crea sus propios pensamientos, sus propias creencias: la dominacia, las jerarquias, el control, la educación impuesta lejos del libre albedrío. Es como crear soldados bajo un régimen de comportamiento. 

El miedo piensa que hay que protejerse, que las normas que salen del él son necesarias. Pero empezamos a darnos cuenta de que hay otro camino para el equilibrio, ya que el equilibrio ya es natural. Hay que desterrar al miedo de las funciones que no le pertenecen, para que cumpla solo con su labor, para recuperar el equilibrio y la armonía en las conductas, a un comportamiento sano y equilibrado que ya de por si es natural para afrontar la vida, y este camino le llamamos educación emocional o aprendizaje natural.

 Este camino esta alimentado por el flujo de energía de amor que ya estamos recibiendo,. Ya ha empezado el día donde ahora corresponde hacer las cosas que le pertenecen, estar despiertos y conectados, el camino de la esperanza con fuerza, la que nos da la energía directa del amor, sin interferencias, sin miedos, solo el necesario en peligros reales. 

 Este sentimiento da vida a recordar que ya había un camino para el aprendizaje, para la educación, basado en el respeto al ser, no solo su cuerpo físico, sino también, a su cuerpo emocional, al energético o espiritual y a la comprensión de que todos somos iguales. Y que el aprendizaje solo tiene un sentido, sacar el máximo partido a la vida para experimentarla. 
 Este nuevo sentimiento crea un nuevo paradigma que empieza a coger fuerza. Si abres los ojos lo verás a tu alrededor, y si los cierras, y paras un poco el dialogo interno, lo sentirás en tu interior como una sensación de que te falta algo, que lo que haces no está completo, que hay algo más. Si es así, bienvenido, estás despertando.

Javier Sánchez


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Nuestra Desconexión con la Naturaleza (Parte II) por Javier Sánchez se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución 3.0 Unported.

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